22 de septiembre de 2009

Minotauro Kalypso

Os presento en esta ocasión el restaurante Minotauro Kalypso, aunque la web sea www.manduca.es. Fuimos cuatro valientes: Mayte, Abraham, Fernando y yo, los que nos atrevimos con el menú degustación que habíamos visto en la web. El restaurante se sitúa exactamente en la calle Silvano 92, justo enfrente del Palacio de Hielo. Por lo que puede ser una opción muy recomendable si se va a hacer el plan de cena más cine, bolos o patinaje sobre hielo, esta última opción mucho más exótica.



El restaurante dispone de una agradable terraza para verano y dos zonas físicamente separadas para fumadores y no fumadores, un punto muy positivo. El servicio fue siempre muy correcto y atento. Nada que reprochar.

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que teníamos jornada de verano, nos decidimos por este sitio. Eso sí, un par de veces en esas fechas visitamos también El Rodizio. No iba a defraudar. Os pongo el menú degustación para que os vayáis haciendo una idea:


  • Surtido de croquetas: de cabrales, jamón, morcilla y boletus.
  • Salmorejo cordobés.
  • Ensalada de queso feta con frutos secos con tulipa crujiente.
  • Parrillada de verduras con salsa romesco.
  • Huevos estrellados con jamón ibérico.
  • Risotto de setas y hongos.


Para los menos avispados, comentaré que la foto de arriba es el salmorejo. Estaba bastante bien conseguido, no llegaba al nivel del que probé en la Bodega Rosell pero me gustó. Tenía sus trocitos de jamón ibérico y huevo duro, además del toque que le da el aceite de oliva. La cosa empezaba bien.




El siguiente plato en aparecer por la mesa fue el surtido de croquetas. Por regla general, no me suelen entusiasmar las croquetas que pruebo fuera de mi casa y por supuesto de La Chimenea. Pero este surtido me sorprendió gratamente. El tamaño de las croquetas no era excesivo y el rebozado tampoco destacaba, pero el interior estaba muy logrado en todas ellas. Se diferenciaban claramente cuáles eran cada una. Quizá la que más me gustó fue la de boletus, pero a lo mejor porque nunca la había probado antes. Lo dicho, todas sobresalientes.




Y vamos avanzando con el menú. Para desengrasar un poco vino la ensalada de queso feta. La presentación, como podéis observar, es muy buena y, una vez rota la tulipa pudimos ver que las cantidades eran correctas. Tenía además de frutos secos y lechuga algunos croutons, pepino y tomates cherry. Hasta el momento ninguna pega.

Lamento comunicar que la parrillada de verduras y los huevos estrellados no pudieron ser retratados. Las hordas bárbaras se abalanzaron sobre ellos y la cámara no tuvo oportunidad de sacar la foto. No obstante, puedo decir que la parrillada de verduras estaba bastante bien, con variedad de verduras y todas en su punto. Los huevos rotos eran también correctos y el jamón era de calidad. Las patatas fritas quizá no estaban a la altura. Pero si queréis unos huevos rotos fetén: El Rinconcito de Juan.




Llegamos al final del menú con los estómagos casi llenos y llegan y nos presentan esto de arriba, el risotto de setas y hongos. En teoría era para dos personas, pero ya os digo que quedaron cuatro platos bastante majos y claro, sumado a todo lo anterior, nos terminó de llenar (bueno a falta del postre jejeje). El risotto estaba muy sabroso, algo de sed nos dio por la tarde, y con muchos tropezones. Muy bueno.

Después de todo este festín nos pasaron la carta de postres y no nos pudimos reprimir. Cayó seguro una tartaleta de pera y alguna cosa más que no recuerdo ahora mismo. Como conclusión decir que Minotauro Kalypso es una opción más que recomendable para probar cosas nuevas y darse un buen homenaje. Ah! Se me olvidaba, salimos a algo más por menos de 30 € cada uno con todo el menú degustación, bebida y postre. Muy razonable.

Dirección - Teléfono: Calle Silvano 92 - 91 388 94 45 (Más info)

Puntuación sobre 10 puntos:

  • Variedad de la carta: 8
  • Calidad de la comida: 8
  • Originalidad de la comida: 8
  • Servicio: 7
  • Decoración del restaurante: 7
  • Situación: 7
  • Calidad / precio: 8
  • TOTAL: 8,5

18 de septiembre de 2009

La Chimenea


Ahora que viene haciendo un poco de fresquito y apetecen platos más contundentes vamos a presentar La Chimenea. Este restaurante familiar y tradicional se encuentra en Guadarrama, en la sierra de Madrid. Personalmente llevo yendo un montón de años, normalmente en verano, y no ha cambiado un ápice la calidad y cantidad de los platos. A lo mejor ha subido un poco el precio, pero merece la pena.
 


Justo enfrente del restaurante hay un parking enorme con lo que el tema del aparcamiento no es problema. Se compone de dos plantas. En la primera se encuentra una barra, las brasas donde asan la carne y un salón no muy grande. Subiendo unas escaleras llegas a la segunda planta donde hay un par de salones también pequeños y una terraza, con vistas a la sierra, que se aprovecha en verano.





Una vez presentado el sitio vamos a comentar los básicos de La Chimenea. El más importante son las croquetas, de jamón o de queso. Las redondas son de queso y las de abajo son las de jamón. Como se puede ver en las fotos son bastante grandes. La besamel está muy muy suave y el rebozado crujiente. Para mí son las mejores croquetas que existen. Si vas a pedir algo más para comer, recomiendo una unidad (una de queso y otra de jamón claro) por persona porque llenan bastante.


En la foto superior se puede ver otro de los clásicos básicos de La Chimenea: la feria de ensaladas. Son 4 o 5 ensaladas al estilo alemán, todas muy buenas. Las tienes de patata, de morros, de arenques, de york, etc. Hay otros muchos entrantes que son dignos de mención como los boquerones en vinagre o "chimenea", revueltos, morcilla... Pero pasemos a los segundos...



La foto de encima muestra un solomillo a la brasa. Espectacular. No encuentro manera de explicar lo jugoso, tierno y sabroso que estaba. No me pillaba de sorpresa pero siempre son sensaciones nuevas al probar la carne que ponen en La Chimenea. Las patatas que acompañan al solomillo son caseras y no le van a la zaga. Todo en su punto!!



Si eres del buen yantar y crees que con el solomillo te vas a quedar silbando, pídete el entrecotte. Se puede pedir al peso y ese de la foto fue de 750 g. Ojo, a compartir. La carne es de altísima calidad y, aunque no llega a la suavidad del solomillo, está muy muy tierna. Con enseñarle el cuchillo ya se va partiendo ella sola. Oh!! que rojez se aprecia!!



Aunque ya estábamos hasta arriba nos atrevimos con unos postres para rematar la faena. Pedimos unos profiteroles, tiramisú y mousse de mango. Todo bastante bien aunque yo destacaría la mousse de mango por encima de los otros dos. De todos modos, rara vez he pedido postre porque después del segundo plato llegas renqueante...



Y ya por último ponemos una fotaca del grupo de valientes de esa noche. En el centro la ganadora absoluta del concurso de comer entrecot!!! Por cierto, más o menos sale por 25-30 € por persona con vino, ni tan mal oye.

Dirección - Teléfono: Calle de La Sierra 20 - 918 542 936

Puntuación sobre 10 puntos:

  • Variedad de la carta: 7
  • Calidad de la comida: 9
  • Originalidad de la comida: 7
  • Servicio: 8
  • Decoración del restaurante: 7
  • Situación: 7
  • Calidad / precio: 9
  • TOTAL: 9,5

15 de septiembre de 2009

La Nova

Hace ya bastante tiempo que fuimos los compañeros de La Unisys al restaurante La Nova. Fuimos para aprovechar una promoción en la que te regalaban una botella de vino por cada dos personas y un postre, también para compartir. El restaurante está muy cerca del metro de Gregorio Marañón. Ponemos el mapa como es tradición.



Como os podéis imaginar en la zona del restaurante es complicado aparcar y además hay zona. Un punto a favor de La Nova es que te regalan dos horas de un parking que está al lado. La entrada del restaurante es pequeñita y enseguida ves una escalera que te lleva al piso de abajo (que no tiene ventanas). La decoración del restaurante no es de lo mejor que he visto aunque tampoco es hortera. Quizá los manteles es lo que más desentona con el resto.



Como he comentado antes, para aprovechar la promoción teníamos que pedir un primero y un segundo cada uno. La variedad de entrantes no era espectacular pero cada uno pudo encontrar algo que le gustara. Casi todos optamos por una ensalada o un revuelto. En la foto de abajo os pongo una ensalada con queso de cabra.


Yo opté por un revuelto de grelos con gambas. Se puede observar que la presentación y la cantidad del plato era notables. Estaba bastante bueno puesto que la yema cruda le daba bastante jugosidad cuando lo partías y lo mezclabas todo. Ojo, las gambas eran testimoniales. Eso sí, un par de paseos me dí por el aceite con el pan, que estaba especialmente bueno.

El servicio de los camareros no era ni mucho menos brillante. El caballero que nos tomó nota era más soso que chupar un clavo. La chica que nos sirvió los primeros no quitó los platos que hay en la mesa al sentarte, e intentó poner los primeros (con su plato) encima de los otros. Vamos que eso bailaba más que Sara Baras. Cuando ya llevaba unos cuantos puestos se dió cuenta que algo iba mal y nos hizó levantar los primeros para así recoger los platos de debajo. Todavía quedaba más...


La cosa empezaba bastante bien y todavía nos faltaba el segundo plato, que realmente era lo más fuerte del restaurante. El sujeto que tenemos aquí debajo eligió carne de búfalo con salsa de hongos. Tenemos sus declaraciones en primicia: "La salsa de hongos... buuufff... bañaba tu paladar, no podías parar de mojar cada pequeño trozo de carne, pan o patata en esa salsa.". Fue de los mejores platos que hubo en la mesa. La guarnición de todos ellos se componía de patatas y un arroz con verduras que estaba muy bueno.


Pero el verdadero atractivo de este sitio era el canguro. Existían dos opciones para comerlo. La primera era el solomillo de canguro a la parrilla. Cuando nos llegó a la mesa nos sentimos profundamente decepcionados puesto que las fotos que habíamos visto en cucharete.com tenían mucha mejor pinta. La ración era más bien escasa. No obstante, la carne resultaba muy agradable y estaba en su punto, bastante tierna.


La segunda opción, y claramente ganadora, era el solomillo de canguro con foie de oca en salsa de PX. La salsa era, si cabe, mejor que la del búfalo. Nos quedamos sin pan prematuramente. Puede ser que le quitaba algo de personalidad a la carne, pero también le daba algo más de gracia. Excelso.


Con la sensación de que íbamos de más a menos, llegamos al postre. Y la verdad es que si no fuimos a menos, no pudimos remontar en este momento. El postre era regalo de la casa y se componía de una sopa de chocolate blanco con helado de frambuesa. Ya podían haber llenado el plato hasta arriba, que era para compartir... En fin, que estaba bueno pero flojito...


A la hora de pedir la cuenta llegó el capítulo más lamentable. Según la promoción que estábamos "disfrutando" correspondía una botella de vino por cada dos personas. Éramos 8, habíamos consumido durante la comida 2 botellas, de modo que quedaban otras 2 en el limbo. Sorpresón el nuestro cuando aparecieron 2 botellas de agua (que obviamente habíamos pedido) a 3 euros la unidad y que muy amablemente nos cobraron. ¿Fuimos tontos al no pedir las botellas que nos correspondían? Pues sí, pero más cutre fue su detalle de cobrarnos ese agua.

Como resumen, comentar que si vais entre semana tienen un menú del día que tiene la opción del canguro por 19 € creo recordar. Tened en cuenta que cada uno de nosotros pagamos en torno a 38 €, únicamente por el primero y el segundo, ya que el vino y el postre nos lo "regalaban". Yo no vuelvo.

Dirección - Teléfono: Calle Zurbano 83 - 91 442 49 02 (Más info)

Puntuación sobre 10 puntos:
  • Variedad de la carta: 8
  • Calidad de la comida: 8
  • Originalidad de la comida: 8
  • Servicio: 2
  • Decoración del restaurante: 4
  • Situación: 6
  • Calidad / precio: 5
  • TOTAL: 6,5

7 de julio de 2009

El Inti de Oro

Ya por enero me regalaron un SmartBox "Cocinas del Mundo" y hasta hace un par de semanas no había podido disfrutarlo. El regalo consiste en una cena con menú degustación para dos personas en muchos restaurantes de toda España. En Madrid estaban La Fábrica (un alemán), un judío, un marroquí, un japonés, etc. Vamos bastante variedad, pero elegimos un restaurante peruano porque nos apetecía probar ese tipo de cocina y las opiniones que habíamos podido ver en internet eran buenas.

El Inti de Oro tiene dos direcciones muy próximas entre sí. Uno está en la C/ Amor de Dios nº 9 y el otro está en la C/ Ventura de la Vega nº 12. Nosotros fuimos al primero de ellos. Está al lado de la estación de metro de Antón Martín y cerca de la de Atocha. Imposible aparcar por las calles cercanas. Como siempre, mapita que te crió.



El restaurante es más largo que ancho y cuando entras hay un pequeño salón que continúa hacia el fondo por un pasillo. Hay varios objetos típicos, pósters y fotografías de Perú por las paredes.

En principio, el menú degustación que incluía el SmartBox se componía de una patata rellena como entrante, y ají de gallina o lomo saltado de plato fuerte. Las bebidas y el postre no estaban incluidos. Al mencionarle al camarero lo del SmartBox decidió cambiarlo un poco y nos sustituyó la patata rellena por un surtido de entrantes. Mucho mejor así, desde luego. Como aperitivo nos preguntó si queríamos probar el pisco sour. Estaba muy rico, pero algo fuerte (llevaba alcohol). Desconozco los ingredientes exactos que lleva pero algo de clara de huevo sí había, batida eso sí.


Después del aperitivo pasamos entonces al variadito de entrantes. Procedo a detallarlos de izquierda a derecha:
  1. Ceviche. Es pescado marinado en zumo de limón aliñado con cebolla y algo de bastante picante. También tenía un poco de cilantro.
  2. Yuca frita. Está en la parte de abajo, a los lados de esa especie de croqueta. La yuca es un tubérculo, se puede comer con la salsa de queso que está en el centro.
  3. Patata rellena. Es esa croquetilla que está en medio de la yuca. Estaba rellena de carne picada con algunas especias. Muy rica, como para comerse 6.
  4. Causa peruana. Es el cuadradito que está en la parte de arriba del plato. Era una especie de pastel de patata con ensaladilla rusa por debajo. Muy fresquito. Te ayudaba a calmar el picor que daba el ceviche. La hoja de lechuga con cebolla aliñada servía como acompañamiento.


La cena había empezado bastante bien. Y todavía faltaba el plato fuerte. Para poder probar los dos platos nos pedimos uno cada uno y los compartimos. El ají de gallina es un plato que se compone de gallina desmenuzada guisada en una especie de bechamel con nueces, todo acompañado de arroz. Estaba muy rico y resultaba un plato muy agradable tanto por sabor como por textura. Era también bastante contundente, tenía algún trozo de patata por ahí suelto.


El segundo plato que pedimos fue el lomo saltado (está bien escrito eh). Era lomo de cerdo salteado con verduras acompañado de arroz y patatas fritas. El sabor de la carne era también muy bueno aunque quizá resultaba algo dura. Aunque no eran excesivmante elaborados, la presentación de los platos era bastante buena. El arroz venía amontonado en forma de pirámide y estaba muy suelto.


Llegábamos al final de la comida con los buches más que llenos. Al alcance de nuestra vista se encontraba una cristalera donde se guardaban los postres. Tenían todos una pinta excelente. Para compartir elegimos el pie de limón. Era casero y nos pareció buenísimo. Raquel dijo que a lo mejor estaba un poco empalagoso. Pero eso es porque no le va mucho el dulce... Eso sí, nos costo un mundo terminar el trozo de tarta.

Vamos, que acabamos de cenar y bajamos rodando por la calle. El camarero fue muy amable y nos explicaba todos los platos que nos ponía.


Aunque nosotros íbamos con el SmartBox me pude fijar que había un menú degustación por 22 € que era parecido a lo que comimos. Tenía la degustación de entrantes, de segundo podias elegir entre varios platos e incluía bebida, pisco sour y postre. Esta muy bien de precio y probando muchas cosas te pones hasta arriba. Lo dicho, para mí un sitio más que recomendable. Pondremos las notas finales.

Dirección - Teléfono: Calle Amor de Dios 9 - 91 429 19 58 (Más info)

Puntuación sobre 10 puntos:
  • Variedad de la carta: 8
  • Calidad de la comida: 7
  • Originalidad de la comida: 8
  • Servicio: 8
  • Decoración del restaurante: 8
  • Situación: 7
  • Calidad / precio: 9
  • TOTAL: 8

1 de julio de 2009

Ganga

Para empezar con una serie de críticas exóticas os presento el restaurante hindú Ganga. Está situado muy cerca de la estación de Atocha y el Caixa Fórum. Por esa zona es complicado aparcar, así que recomiendo el transporte público o la moto, jeje. Concretamente se encuentra en la C/ de la Alameda número 6.



Fuimos a este restaurante para aprovechar una promoción de 11870.com, la Madrid Restaurant Week que consistía en un descuento de un 50% exceptuando las bebidas y postres. El sitio no es excesivamente grande y ese día hacía un calor horrible en Madrid, no debía de funcionarles el aire acondicionado puesto que la temperatura era igual que en el exterior. Además, el hecho de que la cocina tenga una puerta con un ventanuco abierto ayuda a aumentar la temperatura.



La carta del restaurante es bastante extensa y, aunque había un menú degustación, decidimos pedir consejo al camarero. Sus indicaciones fueron pedir un entrante para compartir, un segundo cada uno y como acompañantes un plato de arroz y pan. Como entrante elegimos unas samosas vegetales. Son esa especie de empanadillas que se pueden ver en la foto superior. Estaban ricas; eran crujientes aunque el relleno era algo peor que el de los rollitos de primavera, por ejemplo.



En los segundos platos no estuvimos demasiado originales y nos pedimos los dos pollo. Además, como se puede ver en las fotos el aspecto de ambos platos era muy similar, el sabor también (tirando a dulce). El que se pidió Raquel no lo recuerdo bien pero el mío era pollo cocinado con leche de coco y trozos de piña. Para acompañar pedimos un arroz basmati con champiñones. El mecanismo es sencillo: un poco de arroz (a poder ser en forma de volcán o nido) y después lo napas con el pollo y su salsa. Al principio parece poca cantidad por separado, pero al mezclarlo te sale un plato majete. Raquel no pudo acabar con su parte...



En la foto de arriba se puede ver el pan de ajo. Era como una especie de pan de pita pero con trocitos de ajo asado y con cliantro también. Quemaba como un demonio!! Lo acababan de sacar del horno. Pues nada!! Más calor pa' los cuerpos. Decir que estábamos sudando no es exagerado...



Así que nada, qué mejor que un postre para refrescarse. Aquí sí que acertamos de pleno... Yo diría que casi lo mejor de toda la cena. El postre que veis es yogur batido con mango. Mango, la fruta eh (cuñaaaaaaaaooo). Estaba muy rico, y bastante denso. Nos costó acabar con él.

Ya estábamos deseando pagar para que nos diera un poco el aire. En resumen, disfrutamos bastante de la cena, la comida estaba buena y el servicio fue correcto en todo momento. Habrá que repetir algún otro día que la temperatura sea algo más suave... Al final salió todo por unos 30 € los dos. Así que sin la promoción podemos calcular que se irá hasta 50 € o así. Yo creo que está bien. Pasemos a la valoración.

Dirección - Teléfono: Calle de la Alameda, 6 - 913 694 273

Puntuación sobre 10 puntos:

  • Variedad de la carta: 8
  • Calidad de la comida: 7
  • Originalidad de la comida: 7
  • Servicio: 8
  • Decoración del restaurante: 6
  • Situación: 8
  • Calidad / precio: 8
  • TOTAL: 7,5

29 de junio de 2009

Tapas en Granada

Como muchos sabréis en el puente del Corpus me marché a Granada para conocer tan magnífica urbe y, como no, comprobar que había de cierto en lo que muchos denominan la "Catedral de La Tapa". Para ello vamos a ir desgranando los diferentes bares y restaurantes que pudimos visitar durante cuatro días.

Nuestro primer destino fue la Calle Navas, muy céntrica y peatonal. Es algo estrecha y cada bar dispone de unas siete u ocho mesas en su terraza. Llegamos algo tarde, en torno a las 15:00, por tanto el horario de tapeo se nos había escapado un poco pero vamos que algo cayó.


Después de algunos minutos de indecisión y miedo por equivocarnos de bar entramos en Chicotá. Una taberna pequeñita pero moderna. En general los bares no estaban abarrotados y podías coger sitio con bastante facilidad en la barra. En este sitio nos pusieron lo que véis arriba: dos pinchitos de tortilla y unas aceitunas machacás. Empezábamos bastante bien...


Como la cosa iba de ir probando pues no pedimos más rondas en ese bar y nos cambiamos. La siguiente parada fue en Pata Negra, un bar algo más grande que el anterior y, digamos, de "sevillanas maneras". La tapa en este caso fueron unas tostas con pan bimbo de molde con un poco de membrillo y queso. Acompañaban unas banderillas que picaban como un demonio!! Además, de la tapa nos pedimos off the record un salmorejo que manchó de aceite mis pantalones, pero que mereció la pena. La nota negativa vino cuando en la segunda ronda no vino ningún plato con tapa... maaaaaaaaaaal.

El último bar que visitamos en esta primera ronda estaba al principio de la Calle Navas y no recuerdo bien su nombre. Eso sí, la tapa de este sitio fue irrisoria: 4 tristes gambas en un platito. Y alá a seguir visitando Granada.


Después de una tarde cultural y de primer reconocimiento de la ciudad cogimos el coche para visitar una zona de tapeo algo más alejada del centro, pero igualmente prometedora.

La terraza que nos iba a dar de comer durante toda la noche se llamaba La Alpujarreña y estaba situada en la Avenida de la Fuente Nueva, al lado de una rotonda... Este bar estaba regentado por una china y las tapas las podías elegir de una pequeña carta que tenían. En la foto se puede ver un sandwich mixto y una hamburguesa, pero también podías elegir san jacobo, lomo con queso, lomo con roquefort, etc. Unas diez o doce tapas a elegir. Cada consumición: 1,75 €. Terracita agradable. Perfecto.


Ya, al día siguiente, la mañana la empleamos en subir al Sacromonte y pasear a la sombra de La Alhambra. Después de tanta caló tanto calor nos refugiamos en un sitio sabiamente recomendado por Fernando: La Bella y La Bestia (vale, yo seré la bestia...). El local tenía estropeado el aire acondicionado, pero se estaba bien, al menos no nos daba el sol. Aquí las consumiciones eran a 2 € pero las tapas podéis comprobar que eran bastante generosas. De primera: unas roscas con jamón, ensalada de pasta y patatas fritas. La segunda fueron unos bocatines de atún con tomate y más patatas.


Poco a poco nos íbamos dando cuenta que esto no era como en Madrid. En primer lugar por la cantidad y calidad de las tapas, obviamente. Y en segundo lugar porque con las segundas y terceras tapas no mejorabas sustancialmente las anteriores, de hecho la primera era casi siempre la mejor. Al menos en nuestra humilde opinión.

Esa noche no cenamos de tapeo sino que nos sentamos tranquilamente en una terracita de la Calle Navas y nos pedimos unas raciones.


Pasamos a un nuevo día. Las tapas con pan y patatas ya empezaban a pesar un poco y el cuerpo pedía un poco de pescadito. El lugar elegido fue un gallego que se encuentra en la C/ Navas haciendo esquina con la C/ Gozo (qué mejor nombre). El bar estaba bastante animado y tuvimos que esperar un poco más que en otros lados para conseguir hueco en la barra. Como ilustra la foto superior la primera tapa fueron unos calamares, que ya habían sufrido las iras del respetable...


Para la segunda ronda nos tenían preparados una ración de chanquetes bastante generosa. La verdad es que son como pipas... entraban solos. Finalmente, yo me pedí una tercera cerveza y la tapa fue una especie de bienmesabe con salsa de curry. Una mezcla un poco extraña pero que no tenía mal sabor. Salimos bastante contentos de este gallego. Aquí terminamos nuestra gira por la Calle Navas.


Bueno y para finalizar he dejado el plato fuerte, y nunca mejor dicho. El último bar que visitamos en Granada fue el Ecu, que está en el Paseo del Emperador Carlos V (el que se hizo ese horror de palacio al lado de La Alhambra). La zona es residencial y tuvimos que ir en coche, pero vamos, menos de 10 minutos desde el hotel. Nuestra primera intentona fue estéril puesto que había gente esperando para coger mesa en la terraza. Pensábamos que el bar de al lado sería similar así que nos tomamos la primera ahí. Bah, muy normalito.

Como la curiosidad por tal afluencia de gente era muy grande nos acercamos y entramos al ver un sitio en la barra. Desde luego, mereció la pena. Nos pedimos una caña y un tinto de verano y nos viene el camarero y nos dice "Tomad chicos, las tapitas". Qué cachondo. Las "tapitas" eran dos bocatines de lomo con un huevo frito y salsa rosa. Impresionante. Y todo eso por 1,75 € la consumición, la caña no era precisamente pequeña.

Había que ir a por la segunda y así fue. Es la que sale en la foto de arriba. Aunque parezca comida de gato, en realidad era pollo guisado. Muy bien!! Braaavooo!!

Y aquí termina nuestro periplo por el tapeo de Granada. Ni que decir tiene que es algo totalmente distinto a lo que conocemos los de la capital, es otra cultura... Animo a todo el mundo que se escape 2 o 3 días a Granada, la vais a gozar!! Preferiblemente en las épocas de menos calor, porque 38º se hacía un poco duro...

PD: en las próximas críticas: un restaurante hindú, uno peruano y también carne de canguro!!

15 de junio de 2009

Bodegas Rosell

Las Bodegas Rosell es una tasca castiza situada en el también tradicional barrio de Delicias, más concretamente en la C/ General Lacy 14. Para poder situaros mejor pongo el mapita de Google:



Como se puede ver en esta foto la fachada del restaurante está decorada con azulejos y el interior se encuentra repleto de objetos antiguos, las paredes son del típico color amarillo de las tabernas madrileñas. Es bastante recomendable reservar, puesto que cuando nosotros llegamos había bastante gente de pie, esperando, y la mayoría de mesas tenían el cartelito de "Reservado". También son típicas las mesas y sillas de madera.


Pongo también una instantánea de las cartas. Por dentro, obviamente, son iguales pero me resultó curiosa la distinción en las portadas. Comentar también de la carta que era bastante extensa, casi todo a base de raciones, aunque creo recordar que había algún plato fuerte de carne y/o pescado.


A esta taberna íbamos expresamente por el salmorejo (uno de mis platos preferidos, y de mi madre también). Así que ni cortos ni perezosos nos pedimos un tazón para cada uno, como se puede ver con su huevo duro y sus tacos de jamón. Claramente con un tazón para compartir hubiera bastado porque era bastante denso y acababas muy lleno. La ensalada también era abundante y estaba buena.


 
 
Como segundos platos pedimos otras 3 raciones para compartir. Unas setas empanadas con alioli que me sorprendieron puesto que resultaron bastante ligeras para lo que suele ser habitual. Una tosta de solomillo con foie (aunque en la cuenta ponga con brie), muy sabrosa. Y una ración de bacalao Rosell, que era bacalao desalado marinado con aceite, ajo y guindillas, que le daban un sabor especial (como el que tiene Sevilla).
 

Ya para terminar pedimos un par de postres que fueron sopa de fresón con helado de queso Idiazábal y helado de yogur búlgaro. El segundo estaba bastante bueno pero el de la sopa de fresón estaba un pelín derretido. De todos modos, el contraste del queso con el fresón resultaba sorprendente y agradable.



El servicio fue en todo momento muy correcto y nos trajeron los platos casi sin demora alguna. Os pondré una foto de la cuenta para que tengáis referencia del precio de cada uno de los platos y las bebidas.



Como comentario final pues decir que es una típica taberna madrileña, amén del apellido, en la que la calidad prima por encima de todo y donde sales muy satisfecho a un precio razonable.

Dirección - Teléfono: Calle General Lacy 14 - 91 467 84 58

Puntuación sobre 10 puntos:

  • Variedad de la carta: 8
  • Calidad de la comida: 9
  • Originalidad de la comida: 7
  • Servicio: 8
  • Decoración del restaurante: 7
  • Situación: 7
  • Calidad / precio: 9
  • TOTAL: 8

25 de mayo de 2009

La Tagliattella

La Tagliattella es una cadena de restaurantes italianos. El precio medio es superior al Gino's por ejemplo, pero la calidad y elaboración de la comida es también superior. En este caso, la crítica no va a ser demasiado extensa, simplemente quería dar a conocer esta opción cuando apetece un italiano un poco más especial.

Existen varias localizaciones, en la web de la cadena podéis ver dónde se encuentran los restaurantes. Yo he estado en dos de ellos, en la Plaza de Felipe II (Goya) y en el centro comercial Plaza Norte 2 (Alcobendas). La decoración del primero es bastante curiosa y el restaurante se encuentra repleto de objetos antiguos.

Pero vamos a centrarnos en la cena que hicimos en el Plaza Norte 2 justo antes de entrar al cine para ver Rudo y Cursi.



Para empezar nos pedimos una Ensalada de salmón y langostinos aliñada con vinagreta de Módena. Las ensaladas de La Tagliattella son bastante abundantes y las puedes aliñar con diferentes salsas: tradicional, de Módena, queso azul, pesto, etc. La pasta sigue también este patrón, por un lado eliges la pasta y por el otro la salsa que quieres. Con este método, las posibilidades de la carta se multiplican.

Como he dicho la ensalada era bastante abundante y los langostinos y el salmón eran de buena calidad. El salmón venía enrollado sobre queso Philadelphia. De segundo plato elegimos una pizza, concretamente la Pizza Tagliattella, que tenía pesto (lo quitamos por petición de Raquel), espinacas, pimiento rojo, bacon, champiñones, queso brie y cebolla.



Como se puede apreciar en la foto el tamaño de la pizza era considerable pero no resultó para nada pesada. La masa era muy muy fina y los bordes no tenían más que burbujas de aire dentro. Quizá no deberíamos haber suprimido el pesto de la receta ya que con él hubiera resultado un plato más jugoso. De todos modos, estaba bastante buena, en especial la parte del queso, cebolla y champiñones.

Como es típico en Italia las pizzas no tenían muchos ingredientes, de hecho la que pedimos era la que más variedad tenía... De postre no probamos nada, así que no puedo opinar. Tampoco recuerdo si había mucha o poca variedad. Pasemos ya a las notas finales.

Puntuación sobre 10 puntos:

  • Variedad de la carta: 8
  • Calidad de la comida: 8
  • Originalidad de la comida: 7
  • Servicio: 8
  • Decoración del restaurante: 8
  • Situación: 7
  • Calidad / precio: 8
  • TOTAL: 8

16 de abril de 2009

Ex Libris

Volvemos a las andadas por este blog. El sitio que nos ocupa en esta ocasión es el restaurante Ex Libris, anexo al Hotel Lusso Infantas, en la Calle Infantas 29. Y como siempre el tradicional mapa de ubicación del restaurante.



El motivo de visitar este sitio fue aprovechar una oferta de oportunista.com que rebajaba al 50% el menú degustación. Era el último día de la oferta así que no habría, a priori, más oportunidades. El restaurante esta decorado en tonos blancos y las sillas son negras. En las paredes que te rodean están colgados multitid de ex libris bastante curiosos. Un punto negativo es que está permitido fumar en todo el restaurante, creo que no ví zona para no fumadores y tampoco nos preguntaron si éramos fumadores al sentarnos. La atención del maitre y de los camareros fue en todo momento muy correcta y nos explicaron a la perfección los platos de los que constaba el menú.


Pasamos entonces a los entrantes, tanto fríos como calientes. Ordenados de izquierda a derecha como aparecen en la foto:
  • Ensalada de caballa con pan tostado y juliana de piquillo.
  • Foie Mi-cuit con reducción de Px, empanado de pistacho y mermelada de violeta.
  • Croqueta de camembert y bacon.
  • Crema de marisco con medallones de bogavante y menta frita.



Como puede apreciarse en la imagen las cantidades no eran precisamente abundantes, pero para una cena considero que al final quedabas satisfecho sin sensación de empacho. La ensalada de caballa es lo que es, no sorprende ni decepciona. Bien aliñada, con hojas de lechuga frescas y la juliana de pimientos. El bocado más satisfactorio de todo el menú era, sin duda, el foie con la mermelada de violetas. La mermelada no es que tuviera un aspecto muy apetecible, pero había que probarlo. Si mezclas el foie con la mermelada el contraste de la grasa con la frescura de la violeta dejaba un sabor muy agradable. Habría que haberlo dejado para el final.

Pasando a los entrantes calientes tenemos la croqueta que, sin ser de las mejores que he probado, estaba muy bien, cremosa, aunque quizás un pelín insulsa. Sin embargo, la crema de marisco sí que tenía bastante sabor sin llegar a estar salada. Tenía un par de trozos de bogavante, pero la menta frita parecía haberse quedado por el camino. O a lo mejor estaba incluida dentro de la crema.

En cada cambio de plato, te sustituyen el plato (como es lógico) y también los cubiertos. Pasemos entonces al pescado:
  • Lomos de Lubina rellenos de Txangurro y verduras de la huerta con patatas panadera.

En un primer momento el polvo verde que cubría a la lubina parecía el empanado de pistacho que habíamos probado en el foie, pero no era así. Creo que era pan rallado con perejil, que le iba bastante más al pescado. La presentación del plato era buena, aunque las patatas panadera me gustan un poco más hechas, con algo de tostado por los bordes (claro recuerdo del comedor del colegio). La lubina estaba en su punto y en el relleno abundaban las berenjenas pero escaseaba el txangurro. A las patatas panadera hubo que enriquecerlas con algo de aceite de oliva virgen extra que teníamos en la mesa. Y seguimos con la carne:
  • Pastel de Cochinillo con Humus libanés.

Nos encontramos, a mi parecer, con el plato más flojo del menú. De todos modos, no es comparable con el cochinillo asado que en tantas ocasiones he podido disfrutar, puede que me esperara algo similar y por eso la decepción. La piel de la parte superior no era en absoluto crujiente, por lo que era complicado partirlo con el cuchillo (aunque era de carne). También en el fondo del plato podéis observar como agüilla que había soltado la carne al calentarla al microondas. Sin embargo, este plato también tenía cosas buenas: el sabor de la carne era muy bueno y no resultaba pesado. El humus libanés estaba muy bueno, era como un cocido hecho puré. Venga que terminamos, sólo nos queda el postre:
  • Brownie de Chocolate con helado de nata y nueces.

Pues eso. Otro plato sin sorpresas para bien ni para mal. Hombre, es justo comentar que el bizcocho de chocolate sí parecía bastante casero y las nueces se hacían notar.

Para acompañar a todo el menú nos pedimos media botella de Ribera del Duero (ahí, haciendo patria). El vino no era gran cosa porque era un vino de 6 meses en roble, pero fueron 9 € del ala. Ciertamente, el vino de la casa que probamos en El Recuerdo era mejor, más cantidad (botella entera) y más barato.

Como conclusión decir que el menú degustación era perfecto para una cena puesto que pruebas muchas cosas diferentes y las cantidades son ajustadas. De todos modos, es conveniente ir con descuento puesto que los 38 € + IVA me parecen un robo algo excesivos por este menú. Nosotros, con el 50% en el menú (19 € + IVA por persona) una cerveza y la media botella de vino, salimos a 52 € en total. En atrapalo hay una oferta del 40% para el mismo menú.

Dirección - Teléfono: C/ Infantas, 29 - 91 521 28 28

Puntuación sobre 10 puntos:

  • Variedad de la carta: NS/NC
  • Calidad de la comida: 7
  • Originalidad de la comida: 7
  • Servicio: 9
  • Decoración del restaurante: 8
  • Situación: 9
  • Calidad / precio: 8
  • TOTAL: 7 

26 de febrero de 2009

El Tera

En esta ocasión el restaurante que vamos a ver es la típica casa de comidas donde lo importante es la calidad, y también cantidad, de lo que se sirve. Y claro está, todo esto a precios más que competitivos. No vais a encontrar una decoración sorprendente, unas mesas lujosas o un servicio exclusivo. Este no es el sitio. En cambio, nos ofrecen una comida hecha como en casa y de buena calidad.

La zona en la que se encuadra El Tera es Guzmán el Bueno, muy cerca de la delegación de Hacienda. Más concretamente la dirección es C/ Los Vascos, 3. Como siempre, un mapa para poder situarnos mejor...



Como puede verse en la foto del StreetView, la entrada del restaurante únicamente posee una pequeña cristalera/vitrina donde ofrecen el género que después puedes pedir dentro. También hay una puerta con un ojo de buey. Una vez se pasa al restaurante vemos que el salón es más largo que ancho y que las mesas están un poco juntas entre sí. De todos modos, las pretensiones del restaurante no van más allá de servir una buena comida casera.



De modo, que pasamos un poco de la decoración y ambiente y pasemos directamente a lo que realmente importa. Como entrantes pedimos unas berenjenas rebozadas y unas mollejas de cordero. Las berenjenas estaban cortadas muy finas y tenían un rebozo bastante peculiar, muy buenas. La ración de mollejas de cordero era bastante abundante y, aunque pecaban de exceso de aceite, tenían un aliño bastante rico.


 

Ya en los segundos platos pedimos un par de entrecottes y un emperador a la plancha. El emperador era bastante normal, buen tamaño y buen aliño. El entrecotte tenía una altura más que considerable y la carne era de bastante calidad, y sólo por 11 €. Yo no pude terminar con él. Puede que nos excediéramos con los entrantes. Hay que tener en cuenta si se va a El Tera que las raciones son muy abundantes así que hay que tener cuidado con lo que se pide.




Como puede observarse en las fotos de los segundos platos las patatas fritas eran caseras. Siempre es un aspecto que se agradece... Ya de postre pedimos unas fresas con zumo de naranja y unas frambuesas con nata. Como todo lo anterior, muy bueno.


Conclusión final: El Tera es un restaurante sin lujos pero que ofrece una comida muy bien cocinada, como en casa, y de gran calidad. Y todo esto a precios bastante asequibles, en torno a 15-20 € por persona.

ACTUALIZACIÓN: incluyo nuevas fotos de una segunda vez que estuvimos en este sitio.



Mollejas de Cordero


Dorada a la Espalda


Bacalao con Tomate



Dirección: C/ Los Vascos 3

Puntuación sobre 10 puntos:


  • Variedad de la carta: 7
  • Calidad de la comida: 8
  • Originalidad de la comida: 5
  • Servicio: 6
  • Decoración del restaurante: 4
  • Situación: 7
  • Calidad / precio: 9
  • TOTAL: 7