19 de mayo de 2013

Gran Vía Uno - Trufa Blanca

Tomo la alternativa en este blog de manos del maestro fundador Raúl y qué mejor fecha para hacerlo que por la Feria de San Isidro. La plaza, de primera categoría: el restaurante GranVía Uno.
Esta vez nos ahorramos la publicidad de incrustar el plano de ubicación porque todos la conocéis. ¿Quién no ha paseado alguna vez por la Gran Vía de Madrid? Si no has tenido el placer de hacerlo, aparte de sugerirte que te des prisa, estoy seguro que la habrás visto en la televisión en multitud de ocasiones.
El caso es que puedes elegir la forma de llegar hasta este privilegiado lugar y plantarte en el centro del ruedo, en el corazón de Madrid.
A las 14:00 en punto suenan clarines y timbales y entramos en el restaurante. La primera impresión es inmejorable. Amplio y luminoso el reparto de los espacios parece perfecto: una barra alta y ancha a mano izquierda se enfrenta a un grupo de mesas en el lado opuesto. De la parte central salen unas escaleras hacia abajo pegadas junto a otras de menor tamaño que suben hacia un comedor con ventanal al fondo y que cuenta con otra gran barra y lo que parece una cocina. En esta parte se encuentra también un ascensor para facilitar la movilidad entre las distintas plantas de aquellos clientes que lo necesiten.
La decoración tiene un acentuado color oscuro, mezcla de distintas tonalidades de negros, marrones grises y marinos en paredes y suelos alternados con columnas y sillas claras. Lámparas y espejos y más lámparas salpican las paredes del local bien aliñadas con centros de plantas y cestas de atrayente fruta.

Imagen obtenida de la página del restaurante.

Después de una breve espera, una encargada nos conduce hasta nuestra mesa en la planta de abajo tras pasar por otro espacio, una especie de planta mezzanine con sofás y mesas bajas y un amplio bar que parece indicar un apartado de coctelería.

Imagen obtenida de restalo.es

En la planta baja abundan de nuevo las lámparas y los manteles blancos destacan sobre los sofás negros y los sillones granates.Al fondo parece haber un reservado cerrado en vidrio.
Tras tomar asiento, cómodos y elegantes, la encargada nos indica que estamos en el restaurante Trufa Blanca y que las plantas superiores corresponden al Gastrobar Coctelería GranVía Uno. Zass!! Revolcón nada más empezar.
Eso si, todo parece pertenecer al mismo grupo y además de local y decoración comparten gran parte de la carta.
Pero vamos a lo nuestro que tripa vacía, corazón sin alegría.
Para empezar nos sirvieron un aperitivo que parecía una ensalada fría moldeada. Se agradeció en cualquier caso.

De entrantes pedimos "Huevos fritos con trufa blanca de verano" (14,00 €), "Croqueta XL de carabinero con salsa de crustáceos y chips de puerro" (8,50 €) "Ensalada de tomate con pimiento rojo braseado, ventresca de atún y cebolletas dulce" (8,50 €).

La verdad es que pedimos los huevos presumiendo algo especial por llevar el nombre del restaurante y ... en eso se quedó todo. Dos huevos fritos aderezados con trufa por encima y poco más. El primer toro había sido manso y blando en el caballo.


La croqueta de carabinero estaba realmente deliciosa. Muy sabrosa, la salsa de crustáceos acentuaba aún más si cabe el mismo. Solamente un pero: le sobraba la X. Era una croqueta normal tirando a grande pero en ningún caso XL. Ante tal situación nos vimos obligados a pedir una segunda croqueta. El run-run de la plaza empezaba a ser cuanto menos inquietante.


La ensalada de tomate, pimiento y ventresca fue un gran acierto. Tras unas primeras dudas acerca de su aliño nos lanzamos a por ella. Generosa en tamaño, el sabor del tomate era más que aceptable y el pimiento, la ventresca y la cebolleta completaban el plato con una presentación y un sabor muy bueno.


Antes de analizar los platos principales me gustaría mencionar la elección del vino que hicimos.
Ante una carta no excesivamente amplia y con vinos muy parejos tanto en la tipología como en el precio, nos decidimos por un Pago de Carraovejas crianza de 2010. (41,00 €) 
De color púrpura y olor intenso, es un vino sedoso en la boca, ideal para acompañar los platos de carne elegidos. Si alguna vez paráis en Peñafiel - Valladolid- precioso municipio que orienta su vida a la cultura vitivinícola no dudéis en visitar esta o alguna de las otras muchas bodegas que caracterizan esta histórica villa- http://www.turismopenafiel.com/-.

El " Lomo alto de buey con patatas asadas y mantequilla de cebollino" (19,00 €) fue la estrella de la tarde. Tierno, jugoso y contundente, el acompañamiento cumplió más que de sobra su función ya que las patatas asadas sumaron mayor puntuación aún al plato, que por otra parte tenía un tamaño más que respetable. Oreja y vuelta al ruedo.


El "Magret de pato con piña, naranja y praliné de pistachos" (16,50 €) apareció bien presentado, con trapío. De nuevo la ración era abundante pero nada más empezar la faena se vio que no era lo que se esperaba.
El plato se sirvió frío, no tibio, lo cual provocaba que además de no poder degustar su verdadero sabor, generaba una desagradable sensación en la boca. Tuvimos que pedir que nos lo volvieran a traer.
Tras comprobar a través de anteriores opiniones que no era la primera vez que ocurría con ese mismo plato, sugeriría a los responsables un mayor cuidado a la hora de sacar los platos de la cocina. Salen los cabestros y el toro es devuelto a los corrales.


Aprovecho el momento para valorar la labor del personal del restaurante.
Lo cierto es que desde el primer momento que entras ves miembros del staff constantemente. No los conté pero me pareció un número bastante elevado. Lástima que la cantidad no significara, una vez más, calidad. Ninguno fue especialmente amable, algo que tampoco bajaría mucho la nota si no fuese porque la encargada de atender nuestra mesa era francamente ineficiente. Lenta e insegura, en todos y cada uno de los contactos que tuvo con nosotros tuvimos que recurrir a alguno de sus compañeros para solventar la situación. Primer aviso y pitos en el tendido.

"Chuletitas de cordero a la brasa con patatas confitadas con romero" (17,00 €). Plato ligero como suele ser habitual siempre que hablamos de chuletitas. La carne estaba bien y se notaba el toque de la brasa. En mi opinión, al plato le cabía al menos una chuletilla más pero ya he comentado que no es una cuestión exclusiva de este restaurante.


Terminamos con el "Secreto ibérico al carbón con puré de patata tenedor" (16,00 €). Pido disculpas porque la fotografía no es la mejor. El plato era correcto en cuanto a cantidad y presentación pero para mi gusto quedó algo seco, posiblemente por la espera en cocina hasta que fue servido en la mesa. El toro no termina de humillar.

Para terminar pedimos dos postres a compartir.
El "Brownie de chocolate con helado de vainilla" (4,50 €) fue otra muestra de la evolución de este postre en los últimos años.Todos los restaurantes lo tienen en su carta y todos le dan su toque personal. Hablando en primera persona, este concretamente no me convenció. Adornado con una naranja escarchada preferiría un bizcocho más contundente tanto en tamaño como en sabor.
En la "Tarta de manzana y crema inglesa" (4,50 €) no podemos negar su original presentación y riquísima base. Al menos en este caso si se salió del guión esperado.



Tras una larga espera nos dispusimos a pagar haciendo uso, gracias a Raúl, de la oferta de 50% - excluidas bebidas- de El Tenedor. Este sin duda fue el quite de la tarde ya que en un principio esperábamos bastante más de este local por todo lo que habíamos oído y leído. Pero ya se sabe que tarde de expectación, tarde de decepción. Creo recordar que con el descuento salimos a poco más de 30 euros por persona.

A lo que no se le puede poner ni un pero fue a la compañía y al magnífico día que pasamos. Dos orejas, rabo y pata y salida a hombros por la Puerta Grande.

Hasta la próxima.....

Dirección - Teléfono: Gran Vía, 1 Madrid. 91 532 3430 - Web

Puntuación sobre 10 puntos:
  • Variedad de la carta: 8
  • Calidad de la comida: 7
  • Originalidad de la comida: 7
  • Servicio: 6
  • Decoración del restaurante: 9
  • Situación: 9
  • Calidad / Precio: 6
  • TOTAL: 7,5